LA PUBERTAD TEMPRANA

La pubertad esta apareciendo en edades más tempranas que hace unos años atrás, y es mucho más común de lo que realmente pensamos, como el crecimiento del vello púbico o de las mamas, la aparición de la menarquía (primera menstruación) antes de los 8 años de edad impactando al menos 1 de cada 5000 niñas y la tasa va en aumento.



 A esto se le suma que los médicos en lugar de diagnosticar a las niñas como algo inusual, simplemente optan por decir que es totalmente normal, pero ustedes como padres de familia ¿realmente creen que es “normal” que sus niñas se desarrollen antes de lo que ocurría en nuestras épocas?
Un estudio publicado en la revista Pediatrics, revelo que a los 7 años, el 10% de las niñas blancas, el 23% de las niñas de raza negra, el 15% de las niñas hispanas y el 2% de las niñas asiáticas habían comenzado a desarrollar senos, los investigadores señalaron: “La porción de niñas que tuvieron desarrollo de los senos a las edades de 7 y 8 años, sobre todo entre las niñas blancas, es mayor que la reportada en estudios de las niñas que nacieron hace 10 o 30 años antes”.

La pubertad a temprana edad puede establecer el escenario para problemas emocionales y de conducta, una baja autoestima, depresión, trastornos de la alimentación, mayor riesgo de contraer diabetes, consumo de alcohol, desarrollo de cáncer de mama, enfermedades del corazón y otras enfermedades cardiovasculares.

En el articulo publicado por el New York Times se publico: “…estudios en animales muestran que la exposición a algunas sustancias químicas ambientales pueden provocar que los cuerpos tengan una maduración temprana. Estos compuestos se comportan como hormonas esteroideas y pueden alterar el tiempo de la pubertad”.

Los productos químicos que provocan trastornos hormonales se encuentran muy cerca de nuestras niñas, en todos lados como:
En nuestras cocinas: Productos de plástico, los enlatados y los empaques de alimentos procesados.

En nuestros baños: En las cortinas de baño, el esmalte de unas, spray para el cabello, shampoo, acondicionadores, gel de afeitar, pasta dental, maquillaje o cosméticos.

En otros sitios de nuestros hogares: En los medicamentos farmacéuticos, las fragancias, los juguetes y hasta en los recibos de las cajas registradoras. El fluoruro que esta dentro de esta categoría, es agregado a la mayoría de los suministros públicos de agua en los Estados Unidos.

Una de las preocupaciones mas grandes relacionada con la temprana edad, es la exposición al BPA desde el útero, que puede provocar errores cromosómicos en el desarrollo del feto, causando abortos espontáneos y daño genético.

Pero debemos saber que estos productos químicos afectan tanto a nuestros niños como nosotros ya de adultos, provocando disminución en la calidad del esperma, ciclos reproductivos irregulares, disfunción ovárica, obesidad, cáncer y enfermedades cardiacas dentro de muchos otros problemas.

Pero podemos implementar algunas medidas preventivas para ayudar a proteger a nuestros niños y a nosotros mismos de las sustancias toxicas que podrían alterar nuestra salud a largo plazo.

1. Cuando le sea posible, compre y consuma carnes orgánicas para reducir la exposición a las hormonas, pesticidas y fertilizantes. También evite la leche y otros productos lácteos que contengan la hormona de crecimiento genéticamente modificada (rBGH o rBST).

2. Evite comer alimentos procesados, pues son la principal fuente de productos químicos.

3.  Almacene sus alimentos y bebidas en recipientes de vidrio en lugar de plástico y evite utilizar el plástico para calentar sus comidas en el microondas.

4.   Para los niños pequeños utiliza mamilas de vidrio y tazas para bebe libres de BPA.

5. Asegúrese que los juguetes de su bebe no contengan BPA, sobre todo aquellos que su bebe puede meterse en la boca.

6.  Utilice únicamente productos de limpieza naturales.

7. Utilice marcas naturales de productos de cuidado personal como shampoo, pasta dental, desodorantes y cosméticos.

8. Evite utilizar ambientadores artificiales, suavizantes para la ropa y otras fragancias sintéticas, ya que muchos de ellos también pueden alterar su equilibrio emocional.

9.      Remplace sus utensilios de cocina por los de cerámica o vidrio.

10. Cuando remodele su hogar, busque alternativas “verdes” libres de toxinas en lugar de pintura normal y revestimientos de suelo de vinilo.

11. Remplace sus cortinas de baño de vinilo por unas de tela.

12. Evite la soya sin fermentar, en especial si se esta embarazada o también la que se encuentra en las formulas infantiles.

También podemos buscar ayuda en los grupos de trabajo ambiental, quienes tienen buenas guías que le ayudaran a encontrar productos libres de químicos peligrosos.

Deficiencia de Vitamina D y la pubertad temprana

Se ha sugerido que las niñas que viven cerca al Ecuador comienzan su pubertad después que las niñas que viven en regiones del norte. Esto indica una posible relación con la exposición al sol; los investigadores de Salud Publica de la Universidad de Michigan midieron los niveles de vitamina D en 242 niñas entre los 5 y los 12 anos de edad, encontraron que aquellas niñas que tenían deficiencia en vitamina D tenias el doble de probabilidad de comenzar su menstruación durante el periodo del estudio en comparación con las niñas que tuvieron los niveles altos de esta vitamina.
Mientras mas temprano empieza la pubertad, mas tiempo se estará expuesto a niveles elevados de la hormona femenina estrógeno, que es un factor de riesgo para el cáncer de mama, pero es importante entender que la deficiencia de vitamina D es también el principal factor de riesgo para el cáncer, enfermedades cardiacas, entre otras.

Las mejores maneras de evitar la pubertad temprana en su hijo,
·         Comenzar por su cuidado durante el embarazo,
·         Exponer a su niño lo menos posible a los  productos químicos,
·      Optimizar los niveles de vitamina D tomando el sol diariamente de 15 a 20 minutos en la hora de la mañana ( en todas las etapas niños, papas y abuelos, para todos es sumamente beneficioso ya que ayuda a prevenir la osteoporosis),
·   Consumo de alimentos como el pescado, atún, sardinas, el yogurt, los lácteos, los huevos.
·         Ejercicio regularmente.

Referencias:
Revista Pediatrics, 2010
Diario New York Times.
Diario de Applied Toxicology, 2011

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