LA ANOREXIA Y LA BULIMIA EN LA ESCUELA


los maestros y los trastornos alimenticios en la escuela
Para el profesorado tal vez no resulte tan fácil observar la presencia de algunos de estos trastornos en su alumnado.

Pero existen algunos signos que tal vez ayudaran a dar el primer paso para el reconocimiento de la enfermedad.


El primer signo es la perdida significativa de peso sin causa alguna que lo justifique.
Los cambios en el comportamiento como la preocupación excesiva por el ejercicio físico, una hiperactividad, un incremento de las horas de estudio.
La falta de concentración y aprendizaje.
Cambios en el carácter como irritabilidad, retraimiento o aislamiento social.

Si existe la sospecha de la enfermedad es aconsejable un acercamiento al alumno para interesarse por su estado físico y emocional. Para ello, tienes que tener en cuenta:
  • Puede que el alumno le resulte difícil y conflictivo hablar del tema y sobre todo puede llegar a negarlo.
  • Tienes que respetar a la persona en cuanto a la información que desea dar.
  • Tendrás que tratar ponerte en su lugar para entender cuáles son sus miedos y preocupaciones.
  • Hazle ver que comprendes sus sentimientos y dale a entender que nos preocupa, no manifiestes una excesiva alarma.

que hacer si sabes que tus alumnos padecen de problemas alimenticios

 Si consideras apropiado infórmale a la Psicóloga del establecimiento y si no hay comunícalo a la familia, pero la persona afectada debe saberlo previamente y, si es posible, debe estar presente cuando se cite a la psicóloga o a los padres.

Los educadores tienen la función de promover en el alumnado la formación de un juicio crítico ante las imposiciones sociales, enseñarles a valorar su propio cuerpo y todas las posibilidades que este ofrece, ayudarles a desarrollar una idea ajustada de sí mismos, que reconozcan sus capacidades y también sus limitaciones como personas, animarles  en la elección de metas más realistas, de acuerdo con sus capacidades físicas y emocionales y transmitir la importancia de saber aceptar errores, soportar y tolerar las frustraciones.

cambios del comportamiento en ninos con bulimia y anorexia
Para los encargados de la educación de los más pequeños es importante la detección precoz de estos trastornos, observando los comportamientos, los cambios emocionales y físicos que puedan hacer pensar en un problema de alimentación.

El niño, con la entrada a la escuela, amplia el concepto de sí mismo, se enriquece debido a las nuevas exigencias y relaciones. La percepción de las propias habilidades, logros, intereses, la adaptación  a las nuevas personas con que se relaciona (compañeros, maestros, etc.) y las imágenes que estas les devuelven harán que continúe su formación de la autoestima.

En la adolescencia se forman una idea más completa de sí mismos. La identificación con el grupo de edad y la valoración y reconocimiento de amigos tiene una especial relevancia. En esta etapa puede darse una disminución importante en la autoestima debido a las transformaciones como los cambios fisiológicos, endocrinos, de personalidad, de relaciones, haciendo que su autoestima sea más frágil.

Ochoa E, De la anorexia a la Bulimia. Serie Psicología y bienestar.
Consejería de sanidad y servicios sociales.
Comunidad de Madrid, las representaciones sociales de la salud de los jóvenes madrileños.
 Documentos técnicos de salud pública.
Bonet, J.V. Se amigo de ti mismo. Santander, Salterrae, 1994

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