Dedicado a Alicia
Hoy,
trato de enlazar las palabras que con lágrimas
salen de mi alma,
palabras
que en este momento no quisiera decir,
palabras que acompañaran esta tristeza por una
ausencia que no esperaba.
Hoy,
la nostalgia me visita otra vez
trayendo a la memoria recuerdos de esa gran mujer,
una mujer maravillosa, llena de fuerza, llena
de vitalidad, llena de vida.
Hoy,
parece
que las palabras también se despiden de mí,
tengo
tanto que decir pero su ausencia enmudece mi voz
cautiva mi pensamiento y sencillamente no
puedo.
Abuela,
esto
te quiero decir, y se que me escucharas porque no te has ido
y nunca te iras,
porque
estas en cada latido en cada lagrima,
en cada suspiro.
Ahora mismo estas,
estas
viva, pues tu esencia sigue,
tu recuerdo, tú ejemplo, tu valor y tu
esfuerzo
han quedado plasmados en nuestra memoria
y escritos con letras doradas en el corazón.
Abuela
amada,
tus
palabras vivirán en mi alma
las recordare cada mañana,
ahora
mismo la tristeza me quita la calma
pero hago muy mío tu recuerdo, tus besos, tus
abrazos,
son
un tesoro interminable.
Abuela,
mujer admirable, no has muerto, y nunca lo harás,
porque no se muere cuando el corazón deja de
latir,
se
muere cuando en los recuerdos se deja de existir
y tu estas presente, estas aqui,
estas
viva, para todos y para mi.
Henry Ricardo Reyes