En nuestra vida diaria nos enfrentados a diversos problemas, los cuales afectan nuestra vida emocional, personal, física y social, a veces resulta fácil tomar decisiones acertadas y funcionales y el proceso es tan automático que desconocemos como lo hacemos exactamente y otras se nos convierten en verdaderos dolores de cabeza y tomamos mucho tiempo en decidir cómo solucionarlos.
También los niños y adolescentes se enfrentan a problemas diariamente. Tienen que enfrentar las burlas de sus compañeros, la ansiedad ante un examen, ser excluidos de los grupos, juegos u otras actividades. Frecuentemente los adultos están dispuestos a ayudar. Sin embargo es muy importante que ellos aprendan a resolver muchos de sus problemas sin la ayuda del adulto.
Los niños y adolescentes que adquieren habilidades para resolver problemas tienen una serie de ventajas; tienen un impacto positivo en su rendimiento académico, tienen menos probabilidades de convertirse en delincuentes, abusar de las drogas y alcohol o desarrollar trastornos psicológicos importantes, además es un ingrediente básico en el desarrollo de su auto-estima.
Existe un modelo de resolución de problemas donde las áreas afectivas, cognitiva y conductual están implicadas. Las emociones son el primer indicio de que existe un problema, las cogniciones operan para identificar el problema, buscando las posibles soluciones y sus consecuencias y las habilidades conductuales son las que completan la secuencia, a pesar de que el proceso es un poco complejo, se puede enseñar con éxito cuando este se divide en pasos:
Darse cuenta que hay un problema: Los sentimientos de malestar de Andrea, probablemente su empatía por Laura, son señal de que tiene un problema que resolver.
Levantarse y pensar: Decidir cuál es el problema. Andrea no debería actuar hasta que identifique el problema y decida qué hacer. Después de pensar en la situación, decide que el problema es que ella cree que no está bien burlarse de los demás a pesar de las diferencias.
Decidir un objetivo: A Andrea le gustaría que los otros dejaran de burlarse de Laura.
Pensar en posibles soluciones:
Pensar en las consecuencias de cada solución:
Hacer un plan para llevar a cabo la solución: Andrea sabe que la forma en que hable con sus compañeros influirá en su respuesta. Decide intentar desviar su atención de Laura y volver a jugar diciendo: “Vamos, es más divertido jugar”. Si no le prestan atención, animara a una o dos chicas para empezar a jugar y esperar que los otros las sigan.
©tiananis |
©tiananis |
- El primer paso es reconocer que el problema existe, esto implica observar nuestros propios sentimientos para detectar la ira, la preocupación, la tristeza.
- Tan pronto como se detecte el problema, levantese y piense. Por un momento, salga de la situación (física o mentalmente) y decida cuál es el problema.
- Una vez el problema ha sido claramente identificado, es el momento de fijar un objetivo ¿Cuál es el resultado deseado de esta situación?
- Piense ahora en las diferentes soluciones. En este punto, no evalué, simplemente genere posibilidades, no importa lo inverosímiles que sean. Sea creativo.
- Después, piense en las consecuencias probables que resulten de cada una de las soluciones.
- Ahora, algunas soluciones parecerán mejor que otras. Escoja una, o combine varias de ellas, basada en la dificultad o facilidad de llevarla a cabo y las consecuencias deseadas.
- Finalmente, haga un plan para poner en práctica la solución escogida. Cada paso debe ser elaborado antes de actuar.
Explicaremos por medio de un ejemplo: Una niña llamada Andrea está llevando a cabo una actividad con un grupo de amigos. Todos se están divirtiendo hasta que otra niña, Laura, se acerca y pide unirse al grupo. Laura no gusta entre sus compañeros; es diferente por la forma de vestir y de comportarse, y los otros niños piensan que es rara. Algunos niños del grupo empiezan a burlarse, a decirle cosas y que no la dejaran jugar con ellos. A Andrea no le gusta especialmente Laura, pero se siente incómoda al ser sus amigos desagradables con ella.
Darse cuenta que hay un problema: Los sentimientos de malestar de Andrea, probablemente su empatía por Laura, son señal de que tiene un problema que resolver.
Levantarse y pensar: Decidir cuál es el problema. Andrea no debería actuar hasta que identifique el problema y decida qué hacer. Después de pensar en la situación, decide que el problema es que ella cree que no está bien burlarse de los demás a pesar de las diferencias.
Decidir un objetivo: A Andrea le gustaría que los otros dejaran de burlarse de Laura.
Pensar en posibles soluciones:
- Andrea podría decir a los otros niños que dejaran de burlarse de Laura.
- Andrea y Laura podrían ir a jugar solas.
- Andrea podría enfadarse con sus compañeros y decirles que son desagradables y estúpidos por burlarse de Laura.
- Andrea se lo podría decir al profesor.
Pensar en las consecuencias de cada solución:
- Los otros niños podrían escuchar a Andrea; o ignorarla y empezar a burlarse también de ella.
- Probablemente dejarían de burlarse de Laura, pero podrían no querer ser amigos de Andrea.
- Los otros niños podrían enfadarse con Andrea. Podrían o no seguir burlándose de Laura.
- El profesor podría mandarles que dejen de molestar a Laura.
- Los compañeros podrían pensar que Andrea es muy entrometida.
Hacer un plan para llevar a cabo la solución: Andrea sabe que la forma en que hable con sus compañeros influirá en su respuesta. Decide intentar desviar su atención de Laura y volver a jugar diciendo: “Vamos, es más divertido jugar”. Si no le prestan atención, animara a una o dos chicas para empezar a jugar y esperar que los otros las sigan.
Rara vez hay soluciones claramente buenas o malas, el niño debe juzgar la mejor solución, basada en los resultados previstos. La manera en que una solución es llevada a cabo es crucial para su éxito. Con instrucciones y experiencia los niños y adolescentes pueden mejorar enormemente su capacidad para generar y escoger buenas soluciones y ejecutarlas habilidosamente.
Ahora ponga en práctica lo aprendido y anime a su hijo o hija para que resuelvan los siguientes casos, una vez habiendo enseñado los pasos a seguir.
- Un grupo de compañeros del salón de clase se unen para formar un equipo de futbol. Te gustaría unirte, pero no te tienen en cuenta. Esto no te gusta porque quieres pertenecer al equipo. ¿Cómo harías para que te dejen pertenecer al equipo?
- Tu cuerpo parece que se desarrolla más lentamente que el de muchos chicos de tu edad y te sientes avergonzado .Lo peor es que en el vestier, después de la clase de educación física, los demás se ríen de ti. ¿Cómo solucionarías esta dificultad?
Tomado de: Mejora de la Autoestima:
técnicas para niños y adolescentes.
Biblioteca de psicología, psiquiatría y salud
No comments:
Post a Comment