Enseñarles buenos hábitos financieros a tus hijos no tiene por qué ser
complicado. Sin embargo hay padres a quienes les resulta mas fácil no hablar de
temas de dinero, probablemente porque ni ellos mismos no saben cómo controlar
sus ingresos, no tienen hábitos financieros dignos de imitar o porque creen que
siempre van a tener dinero y nunca van a necesitar ahorrar.
La educación
financiera es una responsabilidad de los padres y hay que inculcarla desde que
son pequeños.
Predica con tu ejemplo, si tus niños ven como te endeudas desenfrenadamente
para comprar cosas innecesarias o pagar gastos fuera de tu alcance, es probable
que, de adultos, cometan esos mismos errores, pues ellos son como esponjas que
absorben todo lo que ven y tienden a repetir nuestro comportamiento.
Ahorrar es buen comienzo para que tus hijos comiencen a aprender algo muy útil para
sus vidas.
Háblales de acuerdo a la edad de tu hijo de una manera natural y en un
ambiente cotidiano. Si quieres que tus hijos crezcan con conocimientos
financieros esenciales, ayúdalos a comprender a usar bien el dinero. Enséñales
de una manera divertida, tal vez jugando, pues es lo que mas van a recordar.
PARA LOS MÁS PEQUEÑOS (4 A 8 AÑOS):
Puedes usar el juego de las “papas y la salsa”: enséñales que la papa es un
alimento necesario para vivir, mientras que la salsa, aunque sabrosa no es indispensable. Haz que el niño decida
qué cosas de su vida diaria son “las papas” (zapatos, comida, libros, estudio,
etc.) y que cosas son “la salsa” (ropa de moda, dulces, adornos para el
cabello, etc.).
Los cuentos y las fabulas ayudan la historia de Pedro Pablo Sacristan "Las modenas del abuelo" o de " El vikingo de los cien cuernos" , entre otros, así aprenderán a no
gastar su dinero en lo primero que se les ocurra y elegir con calma lo que
necesiten.
PARA LOS NIÑOS DE (8 A 14 AÑOS):
Enséñales a recortar cupones de descuento como una actividad divertida,
ofréceles que ellos se quedaran con ese dinero que se pueda ahorrar.
En la tienda, pídeles que te ayuden a comparar precios y explícales como
escoger los mejores productos teniendo en cuenta su costo con relación a la
calidad y a la cantidad de la oferta.
Enséñales el juego del centavo milagroso, pregúntales cual elegirían entre
un billete de 100 o una moneda de un centavo que duplicara su valor diariamente
por un mes. Casi todos eligen el billete, pero enséñales a sacar la cuenta, así
descubrirán que si hubieran escogido el centavo, al final tendrían más de cinco
millones. Esto los ayudara a comprender el valor del interés compuesto y a
desarrollar un deseo por el ahorro y la inversión.
Para la mesada de la escuela, dales una discreta cantidad semanal para que
ellos la administren en sus propios gastos, así ellos aprenderán a dividir esas
cantidad por la cantidad de días de la semana para poder gastar un poco cada
día y no quedarse sin nada en el fin de la semana.
Dedícate a formar los hábitos que crearan adultos responsables, con
capacidad de manejar sus finanzas y de hacer un uso racional del crédito cuando
les llegue su hora de mantenerse por su propio esfuerzo.
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